Para nunca acabar

Exposición de Ana Rodríguez. Del 28 de septiembre al 24 de octubre.

“No tratar de interpretarlos, sino simplemente mirarlos hasta que brote de ellos la luz.” Simone Weil

Esta historia comienza encerrada en casa, retirada como todos, de nuestra vida cotidiana en pleno confinamiento. En pleno miedo, acechando la incertidumbre. Arranca recuperando unos botes de tintas chinas de colores guardados en un cajón, parte de los pocos materiales que tenía en casa en ese momento.

Y esas son las dos grandes raíces de las que surgen los trabajos que realizo desde 2020 y que forman parte de un camino “para nunca acabar”

A través de algunas de las obras expuestas he buscado la representación de una naturaleza primera, que es bella pero también misteriosa, que está en sus primeros albores… y por eso nos es desconocida. Que despierta esa fascinación por lo no habitado, por lo no tocado por lo humano.

En otras imágenes exploro la representación de un ser humano obligado a saltar, sin saber si habrá “suelo” donde reposar, un ser humano obligado a saltar a oscuras.

Y por último irrumpen las flores, como una sorpresa, como una promesa. Una prueba de que la vida sigue y se regenera “en un abrir y cerrar de pétalos”

Todas las obras están realizadas con tintas chinas de colores sobre papel de acuarela. Algunas de ellas tienen además toques en acrílico.